lunes, 9 de noviembre de 2009

II. El mar al sur del Cabo Bojador en el imaginario europeo del siglo XV.













Vario son los apelativos con que diferentes autores se han dado en llamar a esa zona al sur del Cabo Bojador que, hasta 1434, los navegantes europeos no se atrevían a visitar: tierra incógnita, verde mar tenebroso, zona tórrida, entre otros. Muchos de ellos rodeados por una serie de supersticiones que aumentaban el temor tras concebirla como el límite del mundo, área con aguas en estado de ebullición o repletas de monstruos marinos.





En una época en que el espíritu renacentista estaba presente en un reducido sector de la sociedad, la pervivencia de ideas medievales no debe sorprendernos. Menos aún cuando ellas se refieren a un elemento cuya apariencia y comportamiento no sólo impone, sino que constituye un peligro latente para todo aquél que lo desafíe: la mar.





De manera que si a tales leyendas se suma el factor religioso, no pueden constituir algo menos que un freno, incluso para los expertos navegantes.





Sin embargo, aquellos miedos y temores no sólo tenían su origen en terribles fantasías, sino también en las condiciones prevalecientes en el Cabo Bojador. AL respecto, Luis Arranz Márquez (Arranz, 2003, 23) dice lo siguiente:





…peñascos escarpados; fuerte corriente marina que levanta olas gigantescas reventando en los acantilados y arrecifes con ruidos ensordecedores, acrecidos cuando sopla el viento del Oeste; terrible resaca, brumas espesas. Un infierno para cualquier embarcación que se despistara. Aún hoy se evita en lo posible, dicen los hombres de mar.